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Louis Blanchara, el niño de 13 años que la tarde del pasado domingo fue arrollado por una lancha en Santa Ponça, seguía ayer ingresado en la UCI del Hospital Materno Infantil de Son Dureta. El piloto de la lancha, también francés, fue detenido por la Guardia Civil y ayer declaró ante el juez, que ordenó su ingreso en prisión.

En principio el hombre, Philipe V., estaría acusado de un delito de imprudencia, a la espera de la evolución de la víctima. Los hechos ocurrieron la tarde del domingo cuando el niño, que se disponía a practicar el esquí acuático con su tío, fue arrollado por una lancha. En el momento del accidente el niño estaba a unos 15 metros de distancia del muelle de los apartamentos Vistamar. A causa del fuerte impacto la víctima sufrió varias fracturas y traumatismo craneoencefálico.

Manolo Barnés, responsable de Protección Civil de Calviá, explicó ayer que tras conocerse el accidente personal de su organismo atendió de urgencia al menor, que fue subido a la lancha del familiar. Socorristas de la playa dieron los primeros auxilios al niño, que después fue trasladado a la playa y atendido por el personal médico que se desplazó al lugar. Testigos de lo ocurrido aseguran que la lancha incumplió la normativa vigente al acercarse demasiado a la costa. La Guardia Civil precintó la embarcación que arrolló al menor.