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J.JIMÉNEZ Un oficial y dos agentes de la Policía Local de Calvià se las vieron y se las desearon para impedir que un corpulento turista se arrojara desde el sexto piso de su hotel, en Magaluf.

Sobre las 20.35 horas del miércoles una llamada alertó de que el veraneante, identificado como Helmut K., de 35 años, se encontraba en la terraza del establecimiento y tenía intención de arrojarse al vacío. Cuando los policías llegaron el turista estaba agarrado de la barandilla, muy inquieto. Una amiga les facilitó la llave de su apartamento y los agentes entraron sigilosamente, ya que existía el peligro de que el hombre, al verse descubierto, saltara.

Los funcionarios se despojaron de sus camisas y, sorpresivamente, se abalanzaron sobre Helmut, que por unos momentos colgó del vacío, asido únicamente por los policías que arriesgaron su vida para evitar el suicidio. El hombre medía más de 1'80 centímetros y pesaba unos 90 kilos, por lo que reducirlo no fue tarea sencilla. Durante el forcejeo uno de los actuantes resultó lesionado en un brazo y al final Helmut fue atado para que desistiera de sus intenciones. El veraneante fue trasladado hasta la residencia sanitaria de Son Dureta para ser sometido a pruebas médicas y quedó ingresado.