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«Soy experto en artes marciales y he cumplido una condena en mi país por asesinato». Con estas preocupantes credenciales se «presentó» en la madrugada de ayer a la Policía Local un ciudadano francés, cuya compañera acababa de ser detenida por un altercado en un hotel. El turista, de extraordinaria corpulencia, quería pasar la noche en la misma celda que ella y fue necesaria la actuación de seis agentes para reducirle tras una auténtica batalla campal.

A las cinco y media de la madrugada del domingo los encargados de la seguridad de un hotel de la calle Joan Miró se pusieron en contacto con el 092 para denunciar que una de las clientas, de 29 años, había agredido a una vigilante y estaba lanzando sillas desde la terraza a la calle. Los agentes se desplazaron hasta el citado establecimiento y procedieron a la detención de P.C., que estaba muy nerviosa. Su novio, identificado como B.K., de 32, se ofreció para acompañarla hasta el cuartel de San Fernando y los funcionarios regresaron a las instalaciones municipales con la pareja. Hasta ese momento la situación aparentaba estar bajo control, pero cuando B.K. supo que su compañera iba a pasar la noche en los calabozos por altercado público y agresión, cambió de actitud. En un primer momento insistió en que quería estar con ella y los policías, pacientemente, le intentaron convencer de que aquello no era posible, ya que contra él no se habían presentado cargos. La disputa verbal subió de tono y el turista francés, cada vez más alterado, les comunicó que había cumplido una condena por asesinato en su país y que además era experto en artes marciales.

La intimidación no surtió efecto y B.K., ya desesperado, se quitó la camiseta y mostró su portentosa musculatura a los agentes, que ya empezaban a intuir que la noche podía acabar de forma accidentada. Mientras tanto, y a pocos metros, su novia seguía el enfrentamiento muy nerviosa. Cuando otros policías la intentaron introducir en la celda la situación degeneró y los gritos y golpes de la fémina encolerizaron al experto en artes marciales, que comenzó a golpear a los agentes con inusitada fuerza.