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Durante casi siete horas el forense Javier Alarcón expuso ayer en el tribunal de Hamburgo las conclusiones del crimen de Carmen del Salto, durante el juicio que se sigue en Alemania contra Andreas Okulus. Las pruebas periciales expuestas por el profesional de Manacor consistieron en comentar cerca de 200 diapositivas a los miembros del Tribunal, relacionadas con la autopsia, con el levantamiento del cadáver y con el complejo estudio antropológico que se prolongó durante varios meses.

El presidente del Tribunal y el ponente le formularon preguntas técnicas desde las nueve de la mañana a las cuatro y media de la tarde, con una pausa de una hora para almorzar. Alarcón, durante este tiempo, desarrolló su teoría y explicó, basándose en las pruebas obtenidas, que María del Carmen del Salto fue estrangulada con el extremo de una camisa y que la fecha de su asesinato coincide con el de su desaparición, cuando Andreas Okulus la sacó indispuesta de un bar de Porto Cristo.

El principal acusado se encontraba presente cuando Alarcón exponía sus conclusiones, al igual que la familia de María del Carmen y su abogado Pedro Rosselló. Okulus, tranquilo y distante, dedicó la agotadora jornada a tomar notas desde el banquillo de los acusados y cuando el presidente del Tribunal cerró la sesión se vivió un incidente con el hermano y el padre de la asesinada. El primero le recriminó que permaneciera sentado cuando el juez ya había dado por concluida la vista del día y se acercó a él y le zarandeó por un brazo. Okulus, de nuevo, no mostró el menor sobresalto y ni tan siquiera le dirigió una mirada. El padre, por su parte, le dirigió gritos de «¡asesino, asesino!».