Sheelagt Nogura estuvo varias semanas ingresada en el hospital de Alcúdia.

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Un año de cárcel es la sanción que una vecina de Alcúdia, que el pasado mes de enero fue atacada por un perro, solicita contra el dueño de este animal. Sheelagt Nogura, británica de 56 años de edad, aún se recupera de las graves heridas que le causó el ca de bestiar propiedad de su vecino.

La mujer vivía en un chalet situado en la carretera que enlaza las localidades de Alcúdia y Pollença. La británica está casada con un mallorquín y suele pasar la mitad del año en su país y el resto en la Isla. El día que fue atacada por el animal la mujer estaba mirando si había cartas en su buzón. El perro se abalanzó sobre ella y le mordió las dos piernas. Como consecuencia del ataque sufrió desgarros en ambas extremidades, se le fraccionó un tendón y se rompió una muñeca cuando estaba defendiéndose del perro. La víctima ha contratado los servicios del abogado Diego Wencesblat para que la represente. El letrado, al margen de la negociación que se mantiene con la compañía de seguros para determinar la indemnización, considera que el dueño del perro tiene que ser juzgado y condenado por un delito de imprudencia temeraria.

Este animal fue sacrificado tras este último ataque. Sin embargo, esa no fue la única vez que este perro, que según los vecinos andaba suelto por la propiedad, mordía a otras personas. En concreto, atacó al esposo de la mujer y a la cartera de Alcúdia. En declaraciones a este periódico, Gabriel Moragues, el esposo de la mujer atacada, manifestó que hacía años que vivían atemorizados por la presencia del animal. El hombre tuvo que construir barreras alrededor de su propiedad para evitar que el can entrara.