TW
0

Los servicios de rescate hallaron ayer un cuerpo sin vida entre los escombros del hotel sobre el que se desplomó el pasado martes un Concorde de Air France cerca de París, lo que eleva a 114 el número de víctimas del siniestro. Un portavoz del Ministerio de Transportes dijo ayer tarde que se desconocía la nacionalidad y el sexo de la nueva víctima del accidente de avión más grave en Francia desde 1974.

Con respecto a las causas del accidente, una cadena de fallos mecánicos precedió al siniestro del Concorde el pasado martes, según la primera lectura de las cajas negras del avión, pero persisten las incógnitas sobre el origen del incendio de al menos uno de los dos motores izquierdos y la avería del tren de aterrizaje.

La acumulación de disfunciones "problemas en los dos motores izquierdos, el bloqueo del tren de aterrizaje y los trozos de neumáticos hallados en la pista" suscita varias hipótesis. La posibilidad de que trozos de neumático o fragmentos metálicos entrasen en uno o los dos reactores situados bajo el ala izquierda del Concorde es barajada repetidamente por los expertos.

Una fuente de la investigación citada por el diario «Le Figaro» evoca incluso la hipótesis de una pieza destornillada, un pájaro, o incluso una herramienta olvidada por los mecánicos. La Oficina de Investigación de Accidentes (BEA), ha revelado que no sólo hubo problemas en el motor dos del avión. El motor uno, contiguo, perdió potencia dos veces, según los datos de la caja negra que registra el funcionamiento de los sistemas de vuelo, y además no se replegó el tren de aterrizaje. Cuando el piloto accionó la palanca para el despegue del avión, hubo una pérdida de potencia del motor número dos hasta que se paró y una reducción «temporal» de la del reactor número uno, indicó al precisar que la velocidad prácticamente no varió, y tampoco apenas la altitud. Luego se repite la pérdida de potencia del motor uno, el avión se inclina «fuertemente» a la izquierda y se estrella.