Los ladrones forzaron el candado de la puerta para entrar en la nave.

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Los bomberos de Palma sofocaron la pasada madrugada el incendio que destruyó por completo una nave del polígono de Can Valero, en la que se fabricaba helado. Todos los indicios apuntan a que el siniestro ha sido obra de unos ladrones, que entraron en la nave de madrugada para robar y después le prendieron fuego para no dejar pistas.

El incendio se descubrió alrededor de las tres de la madrugada de ayer. Una llamada a la centralita de los bomberos señalaba que se había declarado un incendio en el almacén de Helados Da-sy, situado en la camino de Jesús, en Palma.

Cuando las primeras unidades de los bomberos llegaron al lugar de los hechos el fuego ya estaba muy avanzado. Los efectos estuvieron trabajando durante más de una hora para sofocar las llamas. El techo del almacén se hundió por el efecto del calor y el fuego, además, destruyó casi por completo el interior de la nave, que cuenta con una superficie de unos 200 metros cuadrados.

Un portavoz de los bomberos confirmó a este periódico que el interior del almacén estaba destruido, tanto la maquinaria con la que se fabricaba el helado, como el resto del género que se almacenaba para repartirlo a los clientes.

Tanto la policía como los bomberos mantienen que este incendio ha sido intencionado y casi con toda posibilidad ha sido obra de delincuentes. Los investigadores comprobaron que la cerradura de seguridad de la puerta que accedía al almacén estaba forzada, prueba evidente de que el siniestro fue intencionado. Además, dentro de la nave se localizó un boquete en una pared lateral que accede a un taller mecánico. Por fortuna, el fuego apenas alcanzó esta segunda nave, si bien no se descarta que los ladrones hubieran robado en su interior.

El lugar de los hechos quedó precintado y la policía investiga los hechos. Todas las pruebas realizadas hasta el momento apuntan a que, en efecto, el siniestro fue intencionado. De momento no se han cuantificado las pérdidas sufridas por este siniestro, si bien son muy elevadas, puesto que el fuego ha destruido toda la maquinaria.