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JAVIER JIMÉNEZ-IÑAKI OTEIZA La cola de contacto del parquet del gimnasio fue el elemento trasmisor que posibilitó que el pabellón del Príncipes de España, construido con material ignífugo, ardiera con tanta rapidez. Otro dato del informe que ayer los bomberos entregaron al Cuerpo Nacional de Policía, y al que ha tenido acceso este periódico, es que el siniestro comenzó en el foso de viruta.

En el punto donde empezó el fuego no existen aparatos eléctricos, por lo que la hipótesis del cortocircuito queda prácticamente descartada. Sin embargo, horas antes de detectarse el incendio dos adolescentes fueron sorprendidos por un vigilante en el recinto multidisciplinar y huyeron apresuradamente. La posibilidad más barajada por parte de los técnicos del Cos de Bombers es que uno de los jóvenes arrojara entonces una colilla sobre el foso de viruta, que sirve para amortiguar las caídas de los gimnastas y que está diseñado con material resistente al fuego. Sin embargo, la cola de contacto "la sustancia utilizada para pegar el parquet" sí que era altamente combustible y fue precisamente el conducto por el que, al parecer, se propagaron las llamas que envolvieron por completo el recinto. La estructura tubular de la techumbre ofrece menor resistencia a las altas temperaturas que una construcción normal, lo que explicaría que la cubierta de uralita se retorciera y finalmente se desplomara, todo ello en cuestión de minutos.

En otro aspecto en el que se explayan los especialistas del parque central, en su informe remitido al Cuerpo Nacional de Policía, es el de la hora de inicio del siniestro. La primera llamada de emergencia se recibió a las 18.46 horas y los bomberos tardaron un minuto justo en llegar al Príncipes de España, emplazado a 50 metros. Cuando los efectivos de emergencia estaban montando las mangueras un gran estrépito precedió al hundimiento del pabellón. Es técnicamente imposible que desde que el humo fue detectado hasta que los bomberos llegaron el recinto quedara en llamas; por tanto, el foco llevaba varias horas en activo, quemando muy lentamente, hasta que entró en contacto con la cola y se produjo el efecto denominado 'lengua de fuego'.