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El sabotaje de dos 'gamberros' estuvo a punto de provocar que el pasado sábado por la tarde descarrilara el tren de Sóller, según confirmaron ayer fuentes policiales. El cuartel de San Fernando informó el lunes de que un menor de 16 años había sido detenido por colocar piedras en la vía, pero en realidad el incidente fue más grave y estuvo muy cerca de originar un desastre. En el interior del tren había unos 350 pasajeros, que salieron con normalidad de la estación. En la primera curva antes del paso de Caubet el maquinista frenó bruscamente porque el paso estaba bloqueado por unos obstáculos. Su rápida reacción impidió que los vagones se salieran de la vía, pero en los tramos siguientes siguieron apareciendo piedras, maderas y otros objetos especialmente peligrosos para el equilibrio de aquella máquina.

A la altura de Son Reus el maquinista, ya cansado de retirar 'trampas', observó cómo eran dos los menores que iban saboteando el trayecto y saltó del tren para detenerlos. Un conductor en prácticas se quedó con el control de los mandos. Su compañero, tras una persecución de casi dos kilómetros, consiguió alcanzar a uno de los sospechosos, que resultó ser un menor de 16 años. El adolescente, que se había refugiado en un bar de Son Reus, fue obligado a subir al tren y durante el trayecto hasta Son Sardina estuvo a punto de ser linchado por los pasajeros. El ambiente era muy tenso y cuando los policías locales se hicieron cargo del detenido algunos afectados por los retrasos estaban cerca de perder los nervios.