Los incendios intencionados en la vía pública son, por desgracia, la historia de cada semana en Palma. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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«En la mayoría de las veces que nos encontramos con un coche en llamas en la calle, de madrugada, el origen es intencionado». La frase, pronunciada ayer por un policía local de Palma, ilustra lo acontecido en la noche del jueves al viernes en distintas calles de Ciutat, en donde ardieron tres coches, dos motos y dos papeleras. Uno o varios pirómanos andan sueltos.

De un tiempo a esta parte lo cierto es que se han disparado los incendios nocturnos en turismos, motos y contenedores de basura. El cuartel de San Fernando ha detenido en los últimos meses a varios pirómanos, pero todos ellos han quedado en libertad tras comparecer ante el juez. La jornada de siniestros del jueves se inició a las ocho de la tarde, cuando el Cos de Bombers fue avisado de que un coche de la marca Peugeot 306, matrícula PM-CH, estaba envuelto en llamas en la confluencia entre la Avenida de México y la calle Puerto Rico, en el polígono de Levante.

GRAVES DESPERFECTOS
Cuando los funcionarios policiales y del parque de bomberos llegaron a esa dirección el vehículo había sufrido cuantiosos daños materiales. Las causas que originaron las llamas no quedaron demasiado claras y los investigadores barajan varias hipótesis.

A las tres y diez minutos de la madrugada la alarma saltó de nuevo, en esta ocasión en la calle Vinyassa, una travesía de la calle Aragó. Los vecinos llamaron por teléfono explicando que de una furgoneta modelo Renault Express, con placas de matrícula PM-9126-AP, salía un denso humo, procedente de su parte trasera. El vehículo en cuestión transportaba balas de paja y los bomberos tuvieron que abrirlo y arrojar el cargamento sobre la calzada para impedir que las llamas calcinaran por completo el habitáculo interior de la furgoneta.

El fuego, pese a todo, dañó la Renault Express y el denso humo la ennegreció casi por completo. Las fuentes consultadas indicaron que el origen del siniestro no se había podido determinar, pero se hicieron la siguiente pregunta: «¿No es muy sospechoso que una furgoneta que está correctamente aparcada arda de repente y justamente en su cargamento de paja?».

La noche de incendios continuó en la calle Pare Francesc Molina, paralela a Ausías March. Eran las cuatro y diez de la madrugada cuando un pirómano "en ese caso la autoría sí que está clara" actuó amparado en la oscuridad. Pegó fuego a dos papeleras y a una motocicleta de la marca Vespa que estaba estacionada en la acera. Las llamas fueron tomando fuerza y se extendieron a un coche marca Peugeot 106, matrícula PM-BS, y a una motocicleta BMW.