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La Policía Local está investigando un tiroteo que tuvo lugar en la madrugada de ayer en la plaza de Llorenç Bisbal, en el casco antiguo de Palma. Todo apunta a una venganza entre un joven que acababa de quedar en libertad, tras ser acusado de un robo, y el presunto receptador que le había comprado material ilícito.

El incidente está directamente relacionado con otro altercado que sucedió a la una de la madrugada, en la Avenida México, en el polígono de Llevant.
A esa hora, el propietario de un turismo estacionado en aquella travesía se puso en contacto con el cuartel de San Fernando para denunciar que tres desconocidos que circulaban a bordo de un coche de la marca Renault GT Turbo acababan de robarle una pieza de su turismo, en concreto el espoiler. Los delincuentes fracturaron el cristal trasero para consumar la sustracción y poco después huyeron en dirección al barrio chino de Palma. Los funcionarios policiales dieron una batida por las inmediaciones y localizaron el Renault en la plaza de Llorenç Bisbal, con los tres sospechosos en su interior. Se trataba de dos menores de 15 y 16 años y de un joven de 19, que fueron trasladados al cuartel de San Fernando en calidad de detenidos. Uno de ellos, de forma espontánea, reconoció que el espoiler robado había sido adquirido por su cuñado, que vive en la citada plaza.

Los imputados prestaron declaración en las dependencias municipales y tras ser debidamente identificados quedaron en libertad. El de mayor edad, sobre las seis de la mañana, se dirigió al lugar en donde había sido arrestado y comenzó a proferir grandes gritos desde la calle para que el presunto receptador bajara. Presumiblemente quería saldar alguna desavenencia con él, pero el interpelado no dio señales de vida y el joven comenzó a disparar con un arma de fogueo. Algunos testigos aseguraron que habían escuchado hasta nueve detonaciones, pero los agentes del 092 sólo localizaron dos casquillos.