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JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS Stephan Müller fue asesinado de dos tiros por sus socios cuando navegaban en el yate 'Heidi' a unas cinco millas del Port d'Andratx. Posteriormente los asesinos cogieron el motor del barco auxiliar, donde esposaron el cadáver, y lo arrojaron al mar. Previamente, los criminales habían colocado somniferos en una bebida que dieron a la víctima, que se quedó profundamente dormida. Este es, en síntesis, el relato efectuado en Alemania por los asesinos, que están en prisión por estafas.

La comisión rogatoria alemana y el Grupo de Delincuencia Internacional del CNP han reunido estos días una serie de pruebas inculpatorias, que vienen a confirmar la confesión de los asesinos. Como ya se informó en este periódico, la comisión rogatoria ha expresado su deseo de encontrar 'a toda costa, y con los medios que sean necesarios', o bien los restos del cadáver o el motor que fue arrojado al mar.

Incluso, han expresado la posibilidad de que la Marina Alemana participe en la búsqueda, aunque por el momento esa es sólo una posibilidad. El juez instructor de Palma encargado del caso solicitó la colaboración de la Guardia Civil. Los GEAS han efectuado gestiones y se determina que no se dispone en Palma de medios adecuados para efectuar la búsqueda. Con los datos de los asesinos, se calcula que los restos pueden estar a una profundidad de al menos cien metros. La Guardia Civil dispone de un mini submarino que, llegado el caso, podría ser utilizado para la búsqueda. Los asesinos han confesado que salieron del Port d'Andratx y que el cadáver se arrojó al mar con el motor después de una hora, u hora y media de navegación. Al respecto se ha hecho un calculo y se cree que la distancia del puerto puede ser de unas cinco millas. Cuando se determinen los medios adecuados de que se dispone se iniciará la búsqueda.