Los daños son millonarios y eran visibles desde el exterior de la vivienda. Foto: FERRAN CARBONELL.

TW
0

La Guardia Civil está tratando de aclarar el origen de un incendio que se declaró en la mañana de ayer en el Port d'Alcúdia y que destruyó una planta baja ocupada por dos inquilinos que recientemente se habían enemistado. Uno de ellos ha denunciado al otro como presunto pirómano, pero los bomberos no descartan que el fuego se iniciara por una estufa encendida.

El siniestro empezó minutos después de las diez de la mañana, en la calle Minerva número 10. La Policía Local fue la primera en llegar al escenario del incendio, que comenzó en el comedor y se extendió rápidamente al cuarto de baño y a la cocina. El inmueble es propiedad de una vecina de Muro, y lo habían alquilado dos individuos. Uno de ellos es repartidor de periódicos y ayer por la mañana se encontraba trabajando. Las relaciones con el otro inquilino se habían deteriorado hasta el punto de que lo había denunciado por amenazas.

La casa en esos momentos se encontraba vacía y la gran cantidad de diarios acumulados propició la rápida propagación de las llamas. Los bomberos y la policía trabajaron durante una hora y cuarto en las labores de extinción y cuando regresó el repartidor aseguró que no se había tratado de un accidente fortuito, sino que el incendio era obra de su compañero de piso. La Benemérita está investigando este extremo, pero los primeros datos no apuntan en esta dirección. Muy al contrario, los investigadores creen que el fuego comenzó en una estufa encendida, aunque las pesquisas continúan y no hay conclusiones definitivas. Sea como fuere, un vecino declaró ayer que poco antes del incendio vio merodeando a un individuo por el jardín de la vivienda, en actitud sospechosa.

Los desperfectos en la planta baja del Port d'Alcúdia fueron millonarios y además de las dependencias calcinadas por el fuego, el resto de la vivienda quedó con las paredes y techos ennegrecidos, por efecto del denso humo.