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R.S.-EFE Tatiana Vasic continuaba ayer ingresada en la UCI de Son Dureta en estado de muerte cerebral, aunque sus pulmones funcionaban y su corazón seguía latiendo. La mujer, agredida el pasado domingo por su ex compañero sentimental en Son Caliu, entró en estado de muerte clínica la madrugada del pasado viernes.

En relación a este caso, una joven de nacionalidad sueca que dice haber sido novia de Diego M.H., el acusado de agredir a Tatiana, declara a la agencia Efe: «Necesito defender a esta chica porque ella (Tatiana Vasic) ya no puede hacerlo. Las dos hemos vivido un infierno». Esta mujer, de 30 años, que prefiere guardar el anonimato, no puede evitar verse en el espejo de la víctima, a la que no conoce, pero con la que se siente solidaria desde que el lunes pasado conoció por la prensa que su antiguo novio había sido detenido por agredirla.

«Somos dos mujeres a quienes la locura de un mismo hombre convirtió nuestras vidas en un calvario», afirmó al relatar la dolorosa experiencia que vivió junto a Diego, en la que también sufrió agresiones físicas y psíquicas, acoso y persecución una vez que decidió abandonarlo. Las coincidencias en la historia amorosa de ambas le hacen pensar que también podría haber sido víctima de una brutal paliza, igual que Tatiana, y por eso cree ahora que se salvó «de milagro».

Como las compañeras de trabajo de Tatiana, describe al agresor como una persona «culta, inteligente y amable», cuya apariencia habría hecho «caer en la trampa» a cualquiera. «Me enamoré de Diego», relata, y recuerda los celos obsesivos y los cambios bruscos de comportamiento que aparecieron al principio de su relación y los intentos, vanos, de que su novio visitara a un psicólogo.