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El padre de la mujer yugoslava que se encuentra en estado de coma tras ser golpeada por su ex novio, espera con incertidumbre las próximas horas con la esperanza de que su hija se recupere de esta lesión. Dragoslav Vasic es ingeniero y reside con su mujer en Perú. El pasado martes llegó a Mallorca para estar junto a su hija Tatiana en estas difíciles horas. El padre es consciente de que el estado de la mujer es cada vez más delicado. Los médicos le han confirmado que tiene la traquea partida, y que su cerebro estuvo demasiado tiempo sin oxígeno por lo que, si sale del coma, las secuelas pueden ser importantes.

Tanto el padre como los amigos de Tatiana califican al hombre que ha provocado esta tragedia como «inteligente y culto, pero insaciable y vengativo».
La mujer es la jefa de administración de una empresa de informática y además es la encargada de controlar la calidad de los productos. Tatiana, a sus 35 años, es soltera. Según sus amigos, que desmintieron que estuviera embarazada, conoció a Diego M.H. hace un año en su propia empresa. Salieron juntos varios meses pero su relación se quebró porque el hombre (que está en prisión) era muy celoso y la estaba acusando. «Tatiana cambió cuatro veces la cerradura, pero Diego siempre conseguía entrar en su casa».

Según el familiar, Tatiana estaba sufriendo malos tratos desde mayo. Intentó convencer a Diego para que fuera a un psicólogo para recibir ayuda. No sólo no quiso ayuda sino que el hombre «se instaló en el piso de Tatiana y ella no conseguía echarlo de su casa». Ella se sentía acosada y muy asustada. En agosto viajó a Perú para visitar a sus padres. «Diego llamaba por teléfono cada día seis o siete veces y mantenía conversaciones de más de 20 minutos. Mi mujer decidió desconectar el teléfono», indicó Dragoslav Vasic, que indicó que las llamadas las hacía desde el teléfono del piso de su hija. «Dejó una factura telefónica de más de 200 mil pesetas que no quiso pagar». Este acoso continuó durante los meses siguientes. La mujer decidió denunciar a Diego, presentando hasta cuatro denuncias. Ninguna de ellas fue efectiva.