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J.F.M.-P.M. Las pruebas de ADN exculpan al ciudadano alemán Paul J.T. de la autoría del crimen de Alcúdia, ocurrido el pasado mes de agosto. El sospechoso fue detenido en su país el pasado mes de octubre, en principio acusado de un fraude pero también como sospechoso del brutal asesinato de Yvonne O'Brien, la ciudadana inglesa que residía en Alcúdia. El hombre, que regresó a su país procedente de Brasil, era una de las personas buscadas por la Guardia Civil en relación al crimen.

Una vez detenido, la policía germana encontró una mancha de sangre en sus ropas. Él negó cualquier implicación en el asesinato, pero las autoridades judiciales alemanas le mantuvieron detenido, produciéndose su ingreso en prisión por el fraude, al tiempo que se ordenó efectuar la prueba del ADN. Los análisis llevados a cabo en un laboratorio alemán demuestran que la mancha de sangre es de Paul J.T., por lo que se elimina así la posible prueba en su contra que le relacionara con el asesinato.

Desde Alemania se indica que ya se ha informado a la Guardia Civil del resultado de los análisis. Por su parte, la Benemérita se propone a partir de ahora relanzar la investigación del caso. Hasta el momento se han efectuado multitud de gestiones: se ha tomado declaración a decenas de personas, analizado notas escritas, investigado a fondo el entorno de la víctima y otras gestiones.

El alemán que ha sido ahora exculpado del brutal crimen por la prueba del ADN había sido novio de la mujer, pero la relación se rompió cuando él supo, o pensó, que la mujer le engañaba con otros hombres. En el lugar del crimen se encontraron varias cartas amenazantes que había recibido la mujer, y que aparecían firmadas por el alemán. En las mismas se vertían algunas amenazas de muerte.