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J. JIMÉNEZ-M. PARERA El triste final de María del Carmen del Salto esconde una realidad que su familia y sus amigos conocen bien; la infancia, adolescencia y juventud que la joven vivió con plenitud y que ahora este periódico recoge en imágenes.

La muchacha nació en Manacor en 1971, en el seno de una familia oriunda de Jaén. Era la segunda de seis hermanos y sus primeros años transcurrieron en un primer piso de la calle Fray Junípero Serra. Cuando le llegó la edad escolar cursó estudios en el colegio de las monjas de Porto Cristo, coincidiendo con el traslado de su familia a aquella localidad. A continuación se inscribió en lo que entonces se denominaba Escuela Industrial y al acabar el aprendizaje básico dejó los estudios y se puso a trabajar.

De su primera época y también de esta última la joven guardaba muy buenos recuerdos y excelentes amistades. Los numerosos jóvenes que acudieron recientemente a su funeral en Porto Cristo demostraron que María del Carmen era una muchacha tan popular como apreciada. Du álbum de fotos, hasta ese momento como el de cualquier otra chica feliz y despreocupada, se trunca el 22 de mayo. Su familia y sus amigos, empero, prefieren recordarla tal y como aparece en estas fotos, es decir, tal y como era.