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La clase política mallorquina quiso estar ayer tarde con la familia de María del Carmen del Salto en el multitudinario funeral y representar, en cierta medida, el dolor de todo un pueblo por un crimen tan espantoso.

Antoni Garcies, conseller de presidencia del Govern Balear, declaró al término del oficio religioso que el ejecutivo está con los padres y hermanos de la fallecida «en unos momentos tan dolorosos». Maria Antònia Vadell, vicepresidenta del CIM, manifestó que desde este organismo se solicita a las autoridades alemanas que impartan Justicia y condenen al asesino de la muchacha de Porto Cristo, ya que un acto tan salvaje no puede quedar de ninguna manera impune.

Miquel Riera, alcalde de Manacor, declinó hacer cualquier comentario sobre la detención de Andreas Okulus en Hamburgo y añadió que había acudido a la iglesia para dar el pésame a la familia Del Salto-Fajardo en representación de todo el pueblo. El primer edil reconoció que los vecinos de aquella comarca están muy afectados por el terrible asesinato. El delegado del consistorio en Porto Cristo, Jaume Brunet, indicó, por su parte, que se encontraba «impresionado» por la respuesta popular, aunque explicó que esperaba una movilización de este tipo «porque la gente está muy afectada y quiere estar cerca de la familia de María del Carmen en unos momentos tan amargos».