Trece viviendas fueron evacuadas, pero ninguna de ellas resultó destruida por el fuego. FOTO: J.R.

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M.ADROVER-J.JIMÉNEZ El paisaje entre Artà y Capdepera, antes majestuoso y privilegiado, ha dado paso a una secuencia dantesca de terrenos devastados por las llamas. El gran incendio declarado en la noche del viernes ya ha calcinado 825 hectáreas, aunque los técnicos esperan que quede controlado a primera hora de hoy.

A lo largo del día de ayer los efectivos técnicos y humanos se dedicaron a «refrescar» las montañas quemadas y a efectuar el perímetro del terreno afectado. De las 825 hectáreas contabilizadas hasta ayer, 650 son de carrizo y monte bajo y aproximadamente 75 de pinar y masa forestal. El temor a nuevos rebrotes movilizó a un gran número de profesionales y voluntarios, que en el momento de máximo riesgo acumuló a 140 personas. Bomberos de Mallorca, Ibanat, brigadas forestales, Protección Civil, Ejército, Guardia Civil, Policía Local y el centro de emergencias 112, apoyados por cinco aviones y un helicóptero, permanecieron durante todo el día en la zona del siniestro, trabajando a destajo.

Trece viviendas de montaña fueron evacuadas para evitar daños personales, pero ninguna resultó destruida. Sólo en un caso el humo afectó a una fachada, pero se trataba de una construcción sin suministro eléctrico. Cuarenta personas han sido evacuadas en dos días por el fuego, que al cierre de esta edición seguía ardiendo, aunque con escasa intensidad, en Cala Mesquida. A este respecto, ayer tarde se produjo una pequeña confusión, ya que mientras los Bomberos de Mallorca daban el siniestro por controlado el Ibanat informó que, de momento, continuaban algunos focos activos.