La empresa funeraria se hizo cargo del cadáver de Aurelio Blas González poco antes de las tres de la madrugada. (Foto: S.A.).

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Paula V.C., la joven gallega que apuñaló el jueves mortalmente a su compañero sentimental en un apartamento de Can Tàpara, en Palma, ha declarado que tanto ella como la víctima se hallaban bajo los efectos del alcohol y que iniciaron una violenta discusión que desembocó en aquel final luctuoso. Tal y como informó Ultima Hora en su edición de ayer, el homicidio aconteció a las once y media de la noche en el apartamento 615 del edificio Palm Beach, situado en la calle Camí de Gènova.

La detenida, en una llamada al servicio de emergencias del 112, informó que había «encontrado» a su novio con un cuchillo clavado a la altura del corazón. Inmediatamente una patrulla de la Policía Local se desplazó hasta aquel bloque de viviendas y cuando los agentes subieron a la sexta planta se encontraron la puerta entreabierta. Los funcionarios la empujaron y localizaron a Paula en la única habitación del apartamento, de reducidas dimensiones. Estaba tendida en posición fetal y en estado de aturdimiento. No llevaba calzado y vestía con una prenda superior y una minifalda.

La mirada de los policías se desvió, entonces, hacia la cama. Un hombre yacía allí, sobre un gran charco de sangre y una camiseta manchada a la altura del corazón. Se trataba de Aurelio Blas González Ruiz, un trabajador de la hostelería de 36 años, natural de Sevilla. En el suelo, junto a la cama, apareció un cuchillo de cocina de grandes dimensiones, pero a simple vista no presentaba manchas de sangre.

Los policías pidieron con urgencia la presencia de una ambulancia y cuando los facultativos del 061 llegaron la víctima carecía de constantes vitales y no fue posible reanimarla. Paula V., de 22 años, quedó detenida y dijo que habían estado ingiriendo cantidades considerables de alcohol. Luego riñieron, pero añadió que no recordaba nada más; sólo que lo había encontrado muerto sobre la cama. La mujer estaba ida y contó los hechos en estado de aturdimiento. Sus uñas estaban manchadas de lo que parecía sangre y en los antebrazos presentaba heridas incisas, ya que al parecer trató de quitarse la vida.