Los efectivos policiales que participaron en la detención de Yan Yü
quedaron asombrados de la frialdad y serenidad del cocinero chino,
que tras ser detenido en unos arbustos se limitó a no hacer ningún
comentario y a mantenerse impertérrito.
Las investigaciones policiales apuntan a que Yan Yü se enamoró
de Xu Weidi porque en cierto modo representaba todo lo que él no
era; es decir, se había integrado en la vida mallorquina, tenía
trabajo y familia, un cierto nivel cultural y económico y su
situación era legal.
La pintora, sin embargo, parece ser que no deseaba iniciar una
relación sentimental, si bien mantenía una cierta amistad con él.
Muestra de ello es que la noche del crimen Xu Weidi le abrió
confiada la puerta de su casa, sin sospechar nada. El cocinero se
abalanzó sobre ella, la apuñaló en varias ocasiones y le dio muerte
cuando consiguió cogerla por la espalda y degollarla. El pequeño
David fue testigo de todo, ya que se hallaba junto a su madre, y
aunque no podía ofrecer resistencia fue igualmente degollado, casi
hasta decapitarlo. Luego el cocinero huyó y se refugió en la zona
de pinar de Porto Cristo Novo.
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