TW
0

La niña de 3 años, Beatriz M.P., que falleció en la localidad valenciana de San Antonio de Benagéber a consecuencia del ataque de un rottweiler, fue incinerada ayer por esta tarde en el Crematorio Municipal de Valencia, entre las muestra de dolor de sus familiares y vecinos. Más de una docena de coronas y ramos de flores llegaron hasta las puertas del crematorio, donde más de un centenar de personas se acercaron a despedir a la pequeña y dar el pésame a los padres y al hermano de Beatriz M.P. El féretro con los restos mortales de la niña abandonó el Instituto Anatómico Forense, donde ayer por la mañana se le practicó la autopsia, y llegó al Crematorio alrededor de las cuatro de la tarde.

Media hora más tarde comenzó una misa, durante la cual, la emoción y los sollozos se han intercalado entre las palabras del sacerdote, que se ha referido al hecho «como una tragedia que casi escandaliza».

Tras la homilía, los padres de Beatriz y su hermano de cinco años, visiblemente afectados, han abandonado la capilla y han recibido las condolencias de todos los asistentes.

La niña de tres años de edad murió el jueves en el hospital Centro de Rehabilitación de Levante por las heridas mortales que le produjo el ataque de un perro propiedad de la familia, en su chalé de la urbanización Colinas de San Antonio, de Benagéber.

El animal causante de la tragedia, que fue reducido a tiros por la Policía Local ya que no soltaba a la niña pese a los esfuerzo de los familiares y vecinos que le golpearon repetidamente, ha permanecido congelado en la residencia canina La Pinada de Liria, y fue incinerado ayer por la tarde, por orden de la juez de instrucción número dos de Paterna, tal y como han confirmado los empleados de este centro.