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EFE-WASHINGTON Las dificultades para encontrar los cadáveres de John F. Kennedy, su esposa Carolyn y cuñada Lauren, desaparecidos al caer al mar la avioneta que pilotaba el primero, ha incrementado el dolor de la tragedia que ha vuelto a padecer el clan Kennedy.

A primera hora de ayer se reanudaron las operaciones de rescate, pero ahora con el objetivo primordial de recuperar los cadáveres, ya que la Guardia Costera da por muertos a los tres ocupantes del aparato.

La prensa norteamericana rindió ayer homenaje a John F. Kennedy Jr., «el icono de un país», «un príncipe norteamericano», «la encarnación de los sueños más hermosos» de Estados Unidos. Era «hijo de su padre pero (también) el icono de un país», titulaba «Los Angeles Times» en su editorial. Para «Los Angeles Times», Kennedy era algo más que el bello rostro ya maduro de ese pequeño de tres años que había llegado al fondo del corazón de los norteamericanos al hacer un saludo militar frente al féretro de su padre, el presidente asesinado en 1963. «Entre todas nuestras celebridades, y son legión, es casi imposible nombrar una que encarne tan bien los sueños más hermosos de ese país», afirmó el diario. «¿Qué ocurriría si todos nuestros símbolos desaparecieran?, se interroga el periódico.

Los semanarios cambiaron súbitamente sus cubiertas para publicar ediciones de último momento dedicadas a JFK Junior. «US News and World Report» cerró su edición tras destruir dos millones de ejemplares para brindar a sus lectores la mañana de ayer una edición consagrada a la «maldición Kennedy».

Por su parte, el presidente estadounidense, Bill Clinton, dijo que ayer era un día de dolor y ofreció las plegarias de la nación a John Kennedy Jr., su esposa y su cuñada.

«Todos sabemos que éste es tanto un momento de celebración y un momento de tristeza para Estados Unidos», dijo el mandatario al recibir en la Casa Blanca al equipo de fútbol femenino estadounidense. «Nuestras plegarias están con las familias de John Kennedy y Carolyn y Lauren Bessette», expresó Clinton.

«Es en momentos como éste en que realmente nos detenemos y reconocemos que con lo grande y diverso que es nuestro país, podemos unirnos como una familia nacional. Podemos unirnos en el dolor o en la alegría si ello refleja los valores que más honramos. Este es uno de esos momentos», señaló el presidente. La primera dama, Hillary Clinton, también ofreció apoyo a la familia Kennedy «en este momemento terriblemente doloroso».