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El juez del juzgado de instrucción número 2 de Inca ordenó ayer tarde el ingreso en prisión de Mario Helmut M., que el pasado miércoles se vio envuelto en una pelea en la que mató a un súbdito guineano. El alemán, defendido por el abogado Vicenç Autonell, manifestó que nunca tuvo intención de matar, y que lo único que pretendía al golpear a la víctima era retenerlo hasta que llegara la policía, porque le había robado su cartera del coche.

Durante la mañana de ayer en los pasillos del juzgado de Inca se concentraron, además del detenido y su esposa, los familiares y amigos de Daouda Cámara, así como el cónsul de Guinea en España, Diego Querol, que ofreció su ayuda a la viuda de la víctima. Además del detenido el juez interrogó a la sobrina del fallecido, que desde el balcón de su casa del Port d'Alcúdia presenció como el alemán golpeaba a la víctima hasta causarle la muerte.

Fuentes próximas al caso señalaron que el alemán declaró ayer al juez que paró su coche en doble fila de una calle del Port d'Alcúdia para recoger a su mujer, que se encontraba sentada sobre la acera. En ese mismo momento el guineano llegaba a su domicilio en taxi. Según el detenido, dejó su cartera sobre el asiento del coche, y mientras ayudaba a su esposa a incorporarse, se dio cuenta de que una persona de color le estaba robando. Su reacción fue perseguirle hasta que logró alcanzarle. Según él, durante este recorrido Daoua soltó la cartera y la lanzó a un descampado, aunque él no se dio cuenta. Lo retuvo y comenzó a golpearle. Quería que llegara la policía y explicarle lo que había ocurrido. Mientras esperaba, según él más de 20 minutos, el otro hombre intentó varias veces huir. Cuando lo intentaba le golpeaba. Uno de los golpes le alcanzó el cuello y le ocasionó una parada respiratoria, que supondría la muerte de la víctima.