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El Cos de Bombers de Palma vivió ayer una mañana ajetreada por lo que hace a incendios en vehículos. Un total de tres turismos quedó parcial o totalmente calcinado a consecuencia de siniestros, aunque ninguno de los ocupantes resultó herido. En todos ellos, la causa aparente fue un fallo mecánico.

Un oficial del parque central informó que el primero de los incidentes con automóviles tuvo lugar a las diez y media de la mañana, en la esquina de las calles Balmes y Eusebio Estada. Los bomberos fueron requeridos por la llamada de un ciudadano, pero cuando una dotación llegó al punto referido no fue necesaria su actuación, ya que el dueño había conseguido apagar las llamas del motor del Ford Fiesta con un extintor.

Media hora después, una unidad que se encontraba de servicio por las inmediaciones de Can Pere Antoni coincidió con un taxi de Llucmajor, modelo Fiat Marea, que desprendía una gran humareda. Su conductor se apeó del turismo, que comenzó a arder, quizás por un recalentamiento. Los funcionarios, dada la proximidad, actuaron con inmediatez y evitaron que el fuego calcinara el taxi.

El último de los altercados, aunque éste de mayor gravedad, aconteció a la una de la tarde en la carretera de Valldemossa, en concreto en el camino de Son Espanyol. Un Lancia comenzó a incendiarse y su dueño, que se dirigía a Palma, sólo pudo bajar a tiempo para no resultar herido. Se da la circunstancia de que el fuego que emanaba el turismo se propagó, con celeridad, a un campo de matojos adyacente y se quemaron alrededor de 1.000 metros.