Antonio Córdoba llegó con su familia desde Málaga a Mallorca hace dos años en busca de prosperidad.

TW
0

FOTO: SEBASTIÀ AMENGUAL

Medio año después de la tragedia del Cappuccino Antonio Córdoba Maldonado, padre de la única víctima mortal de la explosión, ha roto su silencio para relatar a Ultima Hora «el infierno en que se ha convertido la vida para nuestra familia» desde que el 27 de septiembre pasado el negocio del Passeig Marítim reventara.

Antonio sostiene que GESA no es la única responsable de aquella tragedia y añade que habla ahora, y no antes, porque se ha manchado la memoria de su hijo y han insultado a su familia.

Según él, su hijo Francisco no habría muerto de no hallarse en un almacén ilegal en el momento de la explosión y responsabiliza a la propiedad del negocio de las condiciones técnicas en las que se trabajaba.

Este es un extracto de las declaraciones que hoy publica Ultima Hora:

«La responsabilidad de GESA parece que ya está clara, pero en todo este tiempo no se ha hablado de la responsabilidad del Cappuccino»

«He aguantado mucho viendo cómo querían pasar por víctimas, cuando en realidad las víctimas somos la familia de Francisco Córdoba»

«El habitáculo donde estaba mi hijo cuando ocurrió la explosión era ilegal y ese día no había descansado el tiempo que establece la Ley»

«Para colmo ahora me piden 883.000 pesetas por esquelas en los periódicos, gastos del funeral, coronas de flores y viajes, cuando en realidad yo nunca pedí nada al señor Picornell»