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Un incendio forestal que anoche no estaba todavía controlado calcinó ayer unas treinta hectáreas de zona forestal, según confirmaron en fuentes de los bomberos.

El fuego se declaró a las dos de la tarde en la finca Es Ratjolí, en la carretera de Andratx a Estellens. Unos trabajadores estaban realizando una quema «controlada» que se les fue de las manos y dio origen al siniestro.

De inmediato se puso en marcha un gran dispositivo de emergencia en el que participó la Policía Local de Andratx, la Guardia Civil, Protección Civil, Bomberos de Mallorca, Ibanat y una guardería forestal de la conselleria de Medi Ambient.

El fuego se propagó a las fincas vecinas de Es Cotà y Es Comellà y no fue posible contar con cobertura aérea, lo que quizás hubiese evitado que las llamas se propagasen con tal celeridad. La conselleria abrió diligencias para aclarar lo ocurrido y un portavoz informó que los responsables del siniestro pueden ser sancionados con multas que ascienden hasta los dos millones y medio de pesetas.

Al cierre de esta edición el fuego seguía calcinando metros de monte y estaba previsto que a primera hora de la mañana continuaran las labores de extinción.