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EFE-MÉXICO El asesinato en México de Luis Reyna Corbalán, esposo de la princesa María Beatriz de Saboya, en circunstancias aún poco claras, añade un nuevo capítulo al rosario de desgracias que ha acompañado la leyenda negra de la familia real italiana.

El cuerpo de Luis Reyna fue descubierto en la mañana del miércoles por su jardinero en una mansión de la colonia Palmira, una de las zonas residenciales de Cuernavaca (Morelos), centro de México, que había pertenecido a la reina María José de Italia. Reyna, de origen argentino y de 60 años, apareció en el baño de la residencia, desnudo, ahorcado con el cinturón de una bata de baño y con un cordón atado al pene.

Pocas horas después, la policía mexicana detuvo a un joven que trabajaba como chófer en la Universidad de Morelos, donde el fallecido impartía clases de Derecho Internacional. Las primeras investigaciones indican que el homicidio fue perpetrado por varias personas conocidas de la víctima, ya que no hay signos de violencia o cerraduras forzadas.