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EFE-AGENCIAS Doce personas murieron después que un enorme alud se precipitó sobre dos aldeas de la región francesa de Mont Blanc, demoliendo casas y enviando escombros hasta medio kilómetro de distancia. Algunas de las viviendas fueron literalmente arrasadas por la explosión de nieve que se desprendió de la ladera de una montaña a más de 100 kilómetros por hora. En algunos lugares, vigas de madera, muebles y colchones fueron dispersos en una extensa área. Un portavoz de la gendarmería dijo que el número de víctimas aumentó a 12 cuando los socorristas recuperaron otros dos cuerpos en la mañana de ayer, más de 20 horas después del alud que recorrió una distancia de casi 1.000 metros por la ladera de la montaña. Los socorristas cavaban todavía en busca de hasta tres personas que se encontraban desaparecidas. Un total de 17 personas resultaron heridas, entre ellas dos estadounidenses y una mujer suiza. Decenas de socorristas trabajaron durante la noche en busca de sobrevivientes. Se encontró a un niño horas después de que fuera sepultado. Un agente consideró que se trataba de un milagro que el niño se salvara.