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EFE-GRANADA «Firmaría ahora mismo mi pena de muerte» son las únicas palabras que José Parejo Avivar dijo en su alegato final en el juicio por la muerte de su ex mujer, Ana Orantes, a la que quemó viva tras rociarla con gasolina en la casa que ambos compartían en Cúllar Vega (Granada). El jurado comenzará a deliberar el próximo lunes una vez que el magistrado-presidente de la sección segunda de la Audiencia de Granada, Eduardo Rodríguez Cano, elabore el objeto del veredicto que deberán responder las tres mujeres y seis hombres. Ayer, en la última sesión del juicio, el fiscal mantuvo su petición de 17 años de prisión por un delito de asesinato con la atenuante de arrepentimiento espontáneo, mientras que las acusaciones particular y popular, al descartar la colaboración del acusado con la Justicia, solicitaron 22 años de cárcel, cinco años de destierro del lugar donde habiten sus hijos y treinta millones de pesetas de indemnización. La defensa, aunque reiteró su tesis inicial de que José Parejo sufrió un trastorno mental de tal intensidad que anuló totalmente su voluntad e inteligencia, admitió alternativamente una condena de tres años por homicidio sin alevosía en caso de que el jurado considere que la enajenación mental fue incompleta.