Gori Bibiloni. | M. À. Cañellas

Gori Bibiloni (Marratxí, 1947) fundó en 1976 la empresa CAROB S.A., ubicada en el polígono industrial del municipio, junto a sus socios Pep Joan Jaume y Joana Cifre. Su permanente apuesta por la innovación, a través del desarrollo de una tecnología propia, ha situado a CAROB como uno de los líderes mundiales de la producción de goma de garrofín, procedente de la transformación de la semilla de la algarroba. La empresa cuenta con 32 empleados en la fábrica de Marratxí y 4 que se ocupan de la parte agrícola en Manacor y dispone de un almacén en Baltimore (Estados Unidos). Sus exportaciones llegan a 23 países de los cinco continentes con una producción media de cinco mil toneladas anuales. CAROB S.A. es una de las seis fábricas del mundo que fabrica y distribuye goma de garrofín y la única que se mantiene como empresa familiar frente al resto, todas ellas multinacionales.   

¿Qué propiedades y aplicaciones tiene la goma de garrofín?
— Es un producto inocuo para la salud y su gran virtud es que no aporta sabor, solo textura. Mejora la calidad del untado en quesos y mermeladas, evita que se formen cristales de hielo en los helados, aporta elasticidad a las gelatinas y aumenta la viscosidad de salsas y cremas

¿Cómo empezó todo?
— Con una apuesta. Un día tomando un café, un compañero mío de Harinas de Mallorca nos propuso hacer harina de la semilla del algarrobo y le dijimos que estaba loco. Insistió y nos pusimos el reto de ver si éramos capaces de hacerlo. Al principio cuando íbamos por el extranjero nos miraban raro y 47 años después somos una empresa familiar líder en calidad codeándonos con grandes multinacionales. Ayudó mucho que a principios de los años 90 hiciéramos la investigación del ADN de la goma del garrofín con la UIB, la Universitat de Valencia y el CESIC, que dio lugar a una patente a nivel mundial para descubrir fraudes en la goma de garrofín. Eso nos dio mucho prestigio internacional y propició que nos miraran con otros ojos en el exterior.       

¿Qué importancia tienen las innovaciones tecnológicas en CAROB S.A.?
— Desde el primer día hemos apostado por la investigación. Comenzamos diseñando la primera máquina en un taller de Manacor y desde entonces nos fabricamos nosotros mismos el 80 % de las máquinas que empleamos, porque no hay ninguna compañía en el mundo que te pueda montar una fábrica de goma de garrofín. Estamos a punto de inaugurar una línea de producción ecológica con otro sistema de producción diferente al que empleamos y solo he podido encontrar un artesano en Italia que me haya hecho una máquina para nuestras necesidades.

¿Cómo rentabiliza CAROB S.A. su apuesta por la investigación?
— La investigación es una devoción que nunca es rentable a corto plazo. Si quieres mejorar la calidad del producto tienes que investigar continuamente porque si no el vecino te adelanta por el lado y no te das ni cuenta. Nunca hemos dejado de investigar, buscando nuevas aplicaciones y formas diferentes de hacer el producto. Hemos conseguido la calificación ISO 22000 con lo cual cerramos todo el ciclo. Y ahora apostamos por la circularidad y cerraremos el círculo de la algarroba sin dejar ningún residuo.

¿Producir y exportar desde la Isla les penaliza?
— Sí, hasta el punto de que si fuera posible transportar la fábrica entera con una grúa, me la llevaría de aquí. El Régimen de Balears no nos contempla y la regla europea de minimis nos penaliza.

¿Las administraciones públicas de Balears apuestan seriamente por la industrialización y la diversificación del modelo productivo?
— No. Industria y Agricultura son las grandes olvidadas de esta tierra. El turismo nos ha pasado por encima de una forma absurda. La apuesta clara ha de venir de la colaboración entre la UIB y las empresas. Se han hecho descubrimientos científicos interesantes pero a la hora de explotarlos no ha habido empresarios que se hayan puesto al frente y cosas muy interesantes no han llegado a ver la luz

¿Por qué decidió hacerse empresario?
— Mi padre quería que trabajase en un banco. Cuando le dije que eso no era para mi, tuvo un disgusto muy grande, pero cuando vio que las sociedades que iba montando funcionaban, cambió de postura. Yo siempre he querido hacer cosas nuevas. Empecé con las harinas de trigo, después ya pasé a la goma de garrofín para siempre, con alguna incursión en otros campos como hobby.

Se jubiló en 2011
— Pero no me he retirado...

¿Qué supone el Siurell de Plata al valor científico para CAROB S.A?
— Un reconocimiento a un trabajo de muchos años. Que una empresa mallorquina como el Grup Serra reconozca el valor y los méritos de otras empresas de aquí es una verdadera satisfacción para nosotros.