Cachalotes en Baleares, tan cercanos como desconocidos

Con una bienvenida inicial de Carmen Serra, presidenta del Grup Serra, Brotons fue presentado por la científica marina y experta en tiburones Gádor Muntaner, quien expresó su admiración por el conferenciante «en el estudio de unas especies incomprendidas, pero indispensables para los ecosistemas marinos, llenos de vida y que nos hacen sentir tan pequeños».

Brotons no defraudó al público y su exposición fue especialmente amena, sin olvidar los toques de humor. Para empezar, el biólogo explicó que «los cachalotes –Physeter macrocephalus– están aquí, en Balears, y no les hacemos mucho caso, cuando se trata del mayor depredador del planeta de presas individuales y tiene el mayor cerebro que nunca haya existido en valor absoluto».

Brotons continuó diciendo que «tienen muy pocas crías, que están con las madres durante unos años. Las hembras no alcanzan la madurez sexual hasta los 10-12 años. Los machos llegan a medir 16 metros y pesar 41 toneladas, mientras que las hembras se quedan en unos 11 metros y las 14 toneladas. El cachalote es un buceador profundo, emerge a la superficie unos 10 minutos para respirar y el resto del tiempo está sumergido. Es un regulador de poblaciones de niveles profundos con su alimentación, casi exclusiva de calamares en el caso del cachalote mediterráneo».

Evidentemente, la capacidad de ecolocalización de los cachalotes ocupó una parte importante de la intervención de Brotons. No sólo son los mayores depredadores y tienen el mayor cerebro, sino que poseen el mayor y más potente sonar natural: «Mientras bajan, no emiten ningún sonido, pues en esos niveles no hay nada que les interese. Empieza a emitir sonidos a cierta profundidad para hacerse una idea del entorno en su búsqueda de alimento. A mayor profundidad, los sonidos toman mayor velocidad. Es como si de hacer fotos acústicas pasaran a proyectar una película acústica. El ritmo y la frecuencia de esos sonidos, conocidos como codas, son diferentes según las comunidades de cachalotes en el mundo, como diferentes culturas».

Brotons señaló que «como grupos sociales funcionan las hembras con sus crías. Cuando llegan a adolescentes, los machos son expulsados y forman sus propios grupos, pero, como adultos, son solitarios. En los grupos de hembras y sus crías no faltan las abuelas. Cuando las hembras se sumergen para alimentarse, las crías no pueden seguirlas y siempre queda alguna de las adultas para cuidar de ellas».

La longevidad de la especie no está del todo clara. En opinión del biólogo, «podrían llegar a los cien años. Las hembras tienen una cría cada 6-7 años, pero a los 40 años dejan de ser fértiles». Los cachalotes mediterráneos conforman una población endémica. Según Brotons, «los machos presentan una mayor movilidad y pueden llegar al Estrecho de Gibraltar y adentrarse en el Golfo de Cádiz, pero las poblaciones del Mediterráneo y del Atlántico están aisladas, incluso genéticamente. Se calcula que en el Mediterráneo hay unos 2.500 individuos, de los que 2.000 corresponderían al área occidental. Sí podemos decir que el cachalote mediterráneo es más pequeño que el atlántico, como ocurre en otras especies. Las que habitan mares más fríos son más grandes que las de mares más cálidos».

«Las colisiones con barcos son la causa más importante de muerte no natural, pero ahora han vuelto las redes de deriva»
Txema Brotons, Doctor en Biología

Siguiendo el título de la conferencia, Txema Brotons se refirió al pasado de los cachalotes en Balears: «Un nulo conocimiento de los cetáceos en general. En 1996 hice una primera publicación sobre cetáceos en Balears». Pasando al presente, entre 2003 y 2023, el científico explicó el funcionamiento de la Associació Tursiops: «Siempre hemos navegado mucho, pero ahora estamos recorriendo unas 5.000 millas al año. Con la creación del ecovoluntariado, hacemos divulgación embarcando a seis personas que, con sus donativos, ayudan a financiar las campañas. Disponemos de hidrófonos y drones para localizar individuos, y, a partir de los datos recogidos, podemos determinar medidas, peso y estado corporal. En este presente, estamos viviendo las colisiones de embarcaciones contra cachalotes como la causa más importante de muerte no natural de la especie. Con barcos de más de 80 metros y navegando a más de 10 nudos de velocidad, la probabilidad de colisión es mucho mayor. Hay cachalotes que salen vivos de las colisiones, pero presentan marcas claras en forma de heridas, cortes o pérdidas corporales parciales».

El futuro pasa por minimizar las colisiones e implantar métodos de detección en las embarcaciones para evitarlas. En este sentido, Brotons recordó el reciente descubrimiento, por parte de la Associació Tursiops, de una zona de cría al norte de Menorca: «A partir de nuestro descubrimiento, delimitar una protección de esa área de cría es complicado. Ahora estamos metidos de lleno en la recopilación de información para presentar una propuesta seria de delimitación y gestión de esa zona, siempre con sólidos argumentos científicos, pero deberemos enfrentarnos a la Administración y a grandes intereses. En cualquier caso, con este descubrimiento se confirma que Balears es un enclave único para el cachalote mediterráneo, pues lo tenemos todo: hay grupos sociales de hembras con sus crías, hay grupos de inmaduros adolescentes y machos adultos solitarios».

El conferenciante añadió que «últimamente hemos vuelto a detectar el problema de las redes de deriva, cuando parecía que prácticamente ya no existía. Son redes de deriva procedentes del norte de África».

Finalmente, una vez concluida la conferencia, Gádor Muntaner hizo entrega a Txema Brotons de una ilustración (detalle en la imagen circular) de un cachalote, obra de la dibujante inglesa Rachel Brooksart. En el interior del cuerpo del cachalote aparecen dibujadas otras especies marinas. Con este obsequio, Brotons recibió un prolongado aplauso.

Numerosas imágenes y cuadros explicativos para la exposición

La conferencia de Txema Brotons estuvo acompañada de numerosas imágenes y cuadros explicativos de la biología de los cachalotes, su distribución, el funcionamiento de su sonar natural o las actividades de la Associació Tursiops a lo largo de las últimas décadas, entre otras cuestiones. Brotons, incluso, se movió entre el público sin micrófono para detallar el funcionamiento del sonar del cachalote, el mayor y más potente de la naturaleza. Todo ello contribuyó a una exposición especialmente amena.