Porquería en la calle Joan Ripoll i Trobat. | Joan

La esquina de la calle Joan Ripoll i Trobat con Juan Cortada, ambas calles son sin salida, por ello pocas veces vemos algún coche de Emaya. El suelo siempre está lleno de porquería, ya sea porque lo que se cae del camión de recogida, ahí se queda, o por la resina que sueltan los árboles, por lo que el suelo está negro y pegajoso. No vendría mal que la maquinita de limpieza se diera un paseo por la zona, aún que sea una vez al año, por encima de la acera. El del soplador seguro que nunca ha pisado dicha zona, y el del carrito ni hablar, eso sí, los sobres para recaudar votos sí llegan sin problemas.