Gracias a la inaptitud y desidia de los encargados del tren el pasajero se ve obligado a refugiarse y comprimir el tiempo en su móvil. El paisaje exterior se presenta de un gris lunar debido a la suciedad de los cristales. Uno espera que, después de las muchas quejas enviadas, los directivos del tren hubieran limpiado las ventanas, pero se ve que les es de rigor el mantener a sus pasajeros sumidos en la realidad virtual de sus móviles en vez de disfrutar del paisaje verde primaveral del campo mallorquín. Viva el amor por el medio ambiente en Mallorca! Si seguimos así acabaremos viviendo en un túnel virtual del que no podremos escapar.