Así queda todos los días el contenedor que hay debajo de mi casa en la calle Nuestra Señora de Bonany nº 42. Aunque Emaya lo recoge, al poco tiempo vuelve a estar igual. Hoy no es de los peores días. Casi todo los trastos provienen del dueño del edifico de enfrente que alquila los pisos como pisos patera, y deja lo que ya no sirve ahí.