Las recientes obras de mejora del paseo marítimo de Can Picafort dejan mucho que desear en lo que se refiere a eficiencia energética. Me parece una falta de respeto hacia el medio ambiente que por la noche se ilumine la atmósfera sin ningún tipo de sentido, contaminando el cielo. Aparte, hay otras farolas nuevas instaladas más pequeñas en el nuevo paseo que también son muy poco eficientes luminicamente hablando ya que usan un sistema de reflexión de la luz, que desperdicia mucha luz. Iluminan más las fachadas de los edificios que el propio suelo repercutiendo, encima, en los bolsillos de todos. Habría que darle un cencerro como premio al que ha proyectado la iluminación, todo un acierto en los tiempos que corren... Además, en algunas zonas de tiendas y restaurantes de primera línea se percibían olores muy desagradables que no tenían nada que ver con la playa, más bien con las alcantarillas. Los turistas cenando en las terrazas y los hedores vagando por el paseo. Es una pena que una obra de esas características deje en evidencia tanta incompetencia a los ojos de quien viene aquí a disfrutar de unas vacaciones... ¡Menuda propaganda! ¡Una pena!