Penosa imagen que presentan los contenedores. | Aina Llabrés

Es una situación demasiado habitual, que aparte de ser muy incómoda para los vecinos, da muy mala imagen a los turistas. Con el agravante, además, de que la mayor parte de la basura es de los establecimientos de la zona. No cumplen los horarios establecidos (ni siquiera en verano, que con el calor la basura huele enseguida), y no separan resíduos: he visto a personal de un bar próximo vaciar un cubo entero de botellas de cristal en el contenedor de genérico solamente por no tener que introducirlas un poco más lentamente en el contenedor de cristal de al lado; del papel o los envases ya ni hablamos. ¡Multas a los incívicos, por favor!