Desde mayo hay un catamarán abandonado por un sinvergüenza sobre las rocas del paseo que llevan hasta la idílica playa del Dolç. Avisados desde hace más de un mes tanto Ayuntamiento como Costas como la Consellería, aquí nadia hace NADA por retirarlo. No sé si esperan a que un niño, jugando en él, tenga una desgracia porque lo que está claro es que la imagen que ofrece les da igual.