En la explanada del castillo de Alaró, donde se cruzan los caminos de Alaró y el que desciende a Orient, está esta furgoneta desde hace unos años. Parece que ya tiene raíces. Los vehículos se consideran residuos sólidos y contaminantes, además de estar expuesto a posibles incendios o simplemente porque daña la vista encontrarse con esta furgoneta llena de trastos.