Algo habrá que hacer con el actual sistema de bocas de incendio. Hay gente desgraciada que se dedica a destrozar el equipamiento y mobiliario urbano, otra es "desgraciada" (en situación de desgracia) porque se dedica a recoger (sin permiso) chatarra y venderla como metal a quien la compra (sin permiso y contra la ley al ser propiedad pública). En todo caso además de estar al descubierto, muchas tapas están en medio de la vía pública, incluso algunas ocupando peligrosamente la calzada y parte del carril bici. Bombers de Palma, seguretat ciutadana i mobilitat, deberían pensar en otros sistemas o en tomar medidas inmediatas de seguridad y de privacidad para el patrimonio municipal. Saludos