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Se dice que nosotros circulamos y saturamos más. Estoy de acuerdo. El 81 % de los desplazamientos, que es lo primero que uno percibe sobre la saturación, está en nuestras carreteras, que están mayormente ocupadas por vehículos de mercancías y servicios, de todo tipo desde grandes tráileres, de innumerables furgonetas, con logotipos y sin ellos, llevando materiales y personas de un destino a otro, con materiales y productos al haberse centralizado los distribuidores y empresas de servicios a terceros, desde hoteles a restaurantes, bares, locales diversos y distribuyendo personal a los trabajos en las horas punta.

Mallorca ya se está convirtiendo en una gran megalópolis demasiado centralizada en Palma y en los pueblos adyacentes, que no solo son ya pueblos dormitorio residenciales, sino que, con sus polígonos de servicios, canalizan multitud de vehículos en uno u otro sentido para caer en los embudos de los accesos a Palma, de la vía de cintura y otros.

Nosotros pues con nuestra imparable actividad económica somos los culpables. Nuestra economía es la culpable. Basta ver la concentración en el aeropuerto y en el puerto de Palma de vehículos de todo tipo, de coches de alquiler, autocares y vehículos de personas residentes que básicamente por trabajo y algún viaje entran y salen de nuestra Isla.

Por tanto, nuestro sistema económico y de distribución es la culpable y más ahora con las ventas on line. ¿Pueden descentralizarse los centros de distribución o pueden usar otros horarios, incluso los nocturnos?

Ahora, la ciudad de Inca va a desarrollar un nuevo polígono que puede contribuir a descentralizar nuestra distribución en la zona norte y reducir la circulación hacia Palma si realmente funciona y las empresas y personas quieren.

La prueba de la realidad de este estudio la tenemos en los pasados meses de noviembre y diciembre en los que se pudo circular mejor por la reducción de estos vehículos de servicios que van a los comercios. La situación es peor en la temporada alta, cada vez más extensa. En invierno, muchos negocios cierran y no se acumulan los vehículos de alquiler. Basta circular por nuestras zonas turísticas para comprobarlo. Ahora es una delicia circular a costa de nuestro sistema económico, dependiente de la distribución de mercancías y de personas.

¿Tiene solución? Toda acción tiene su reacción, es evidente. ¿Sabrá reaccionar el Consell de Mallorca ante esta realidad palpable de la que nos quejamos y que creamos con nuestra actividad? ¿Tiene límites el incremento de nuestros comercios y servicios? ¿Tienen cabida todas las nuevas empresas, los camiones y las furgonetas de fuera de Mallorca?

Algo debemos hacer y rápido para no morir de éxito. Urgen nuevas soluciones para la distribución de nuestros productos y servicios, disminuyendo el uso de las carreteras. Es necesario un plan de movilidad y de distribución de mercancías, incluso dentro de las ciudades. La Administración central debería ceder a nuestra autonomía un paquete de medidas logísticas que nos permita tomar soluciones eficaces para el territorio insular, tan singular. ¿No creéis que es necesario? ¿No creéis que sabremos hacerlo? El caso del bus gratis es un ejemplo a seguir. Deberíamos poder tomar las decisiones oportunas en nuestras Islas para tener soluciones específicas y locales, a todos los niveles.

Somos mayores de edad y no necesitamos la tutoría de la DGT, de Puertos del Estado, de Aeropuertos Nacionales, etc, para que nos digan lo que tenemos que hacer, cómo tenemos que vivir o sufrir, para seguir un ritmo marcado por ellos, desde ese poder centralista que no nos tiene en cuenta porque no ve nuestros problemas y porque nosotros no nos dejamos ver.

Las cartas están sobre la mesa. Espero que sepan jugarlas bien y creen soluciones desde los ayuntamientos y del Consell de Mallorca. Del Govern, no hablo, ¿para qué?