Este verano un grupito de gamberros hundieron entre risas una barca de alquiler, y otros turistas con yate alquilado presuntamente arrollaron y mataron a un mallorquín que estaba pescando tranquilamente. Estos últimos habían sido apercibidos horas antes del incidente por otros usuarios por hacer también el gamberro con un bote. Lo raro es que no hubiera pasado antes, porque se veía venir.
Hace ya bastantes años solía salir a navegar a vela con un grupo de amigos. La propietaria del velero no poseía títulos náuticos, sólo su larga experiencia en el mar; de hecho, casi nadie a bordo los tenía, pero la precaución y el respeto presidían siempre nuestras modestas singladuras. En el mar mallorquín se funcionaba mediante un acuerdo tácito de respeto, precaución y libertad. La mayoría de los aficionados éramos nativos o residentes, éramos muchos menos y las embarcaciones eran nuestras, no de alquiler. Regía, por así decir, una educada tolerancia, aunque ya resultaba fácil intuir que, precisamente por ello, el abuso iba a ir más y que aquello no acabaría bien. Así llegó la proliferación del alquiler hasta el cachondeo que es ahora. Pronto tendrán que comenzar los controles, la vigilancia, la aplicación estricta de la normativa, probablemente el establecimiento de un límite al número de embarcaciones y, con ello, el fin de esa educada tolerancia.
Incidentes náuticos
01/09/24 0:30
También en Opinión
- Ni Valldemossa ni Fornalutx: este es el pueblo más bonito de Baleares según National Geographic
- La Aemet amplía la alerta por fuertes lluvias a toda Mallorca
- La desaparición más cruel: Izan y Rubén, engullidos por la riada cuando estaban en casa con su padre
- Policías nacionales salvan al vuelo a una joven que se lanzó por la ventana de un séptimo piso en Palma
- Cambio de tiempo radical en Mallorca: La Aemet activa alertas por lluvias fuertes
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Totalmente de acuerdo 👏 Soy capitán profesional a bordo de toda clase de yates de gran eslora ( hasta 42 metros ), motor y vela y también de embarcaciones de menor eslora desde hace 34 años, vivo desde hace 27 años en Mallorca y estoy totalmente de acuerdo ! Los amantes de los barcos, el mar y la libertad somos testigos en las últimas décadas de una masificación brutal, precios absolutamente desorbitados, prohibiciones y limitaciones a diestro y siniestro, ignorancia absoluta, cero respeto y sobre todo ningún interés por el mar, por la navegación y por los barcos en sí...
MUY BUENO Y PERFECTAMENTE DESCRITO ESTO DEBERÍA SER EL NUEVO HIMNO DE MALLORCA Tiene divulgarlo, hacérselo llegar a los políticos, trasladar el mensaje a la sociedad, estamos hartos de casi todo lo relacionado con este neoturismo. Gracias