Apesar de que estudié toda una década en Montesión, nunca conseguí sentirme integrado en ese centro. Pero una cosa agradezco del método educativo que allí recibí. Aprendí a reflexionar siguiendo un sentido metódico para llegar al fin propuesto. Pero creo que esta facultad procedía directamente de Ignacio de Loyola; porque todos los educadores que allí tuve no eran demasiado diestros en esa habilidad. Cada vez tengo más claro que su uso venia más por la inercia ignaciana que por capacidades del momento. De aquellos diez años no puedo recordar los personajes que soporté; pero puedo dar fe que de muy pocos me quedó alguna huella personal de auténtico valor, y la mayoría olvidados. Creo que el único beneficio que he de agradecer fue la transmisión ignaciana, que no era una cuestión personal, sino institucional. De todos los personajes tratados solamente con uno conecté lo suficiente para no irme de vacío. I ahora ya puedo decir su nombre porque ya no está en este mundo; como la gran mayoría de los que allí traté. Me refiero al padre José Antonio Roig del Campo S.J. Era considerado el garbanzo negro del centro y su máxima, cuando se refería a los jesuitas, era «esos asquerosos e indecentes jesuitas». Al poco tiempo de yo dejar Montesión, el padre Roig fue trasladado a Barcelona y nunca más entré allí.
Montesión y los jesuitas
Palma07/08/24 0:30
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2 comentarios
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Absolutament d'acord amb tot, pel que fa a l'educació, potser llevat d'un jesuïta que ens explicà que l'ordre econòmic i social injust era la causa de la fam al món i particularment al Tercer Món, i d'un professor de llengua i de literatura que ens ensenyà a estimar el cinema i la literatura que qüestionaven el sistema polític i cultural estantís i reaccionari. Pel que fa a la transmissió ignaciana, em recorda massa el dogma i la negror de la contra-reforma. Sort que amb la seva obsessió a educar les elits en l'espanyolisme i el conservadorisme més ranci, no sempre se'n sortiren; dels resultats, vós mateix en posau dos casos antagònics.
Por desgracia todo lo que dices no solo pasaba en los jesuitas sino en muchos otros sitios, eran otros tiempos, pero tambien pasa hoy exactamente igual en la inmesa mayoria de instituciones educativas publicas y privadas, escuelas y universidades. Tal vez nos tengamos que plantear a quien encomendamos la educación. Lo de progresista y conservador es una distincion de otros tiempos que entiendo por tu edad. Hoy hay gente con ideas y gente con ideologias, en fin pais de Batuecas que dijo el poeta.