El 31 de julio del año pasado, pocos días después de ser nombrado Le Senne presidente del Parlament balear, publiqué en Ultima Hora un artículo sobre su nominación en el cual delataba mi asombro por nombrar en pleno siglo XXI a un personaje como él para un cargo tan conciliador. Lo veía, guiándome únicamente por sus comentarios, y tal como ha demostrado ahora fehacientemente con su comportamiento exhibido ante una fotografía de Aurora Picornell asesinada por los franquistas durante la guerra, de ser incapaz de soportar la mínima tolerancia ante la discrepancia. Y esto no es más que la demostración de que su anquilosamiento mental le impulsa al ejercicio de la fuerza por ser incapaz de entender, compartir o debatir consideraciones opuestas. Se pueden tener ideas muy diferentes entre personas o grupos, pero cualquier intento de eliminar la disidencia por la fuerza es un síntoma inequívoco de una intolerancia que no debería caber en un parlamento democrático.
En cualquier caso, por los comentarios de Le Senne, en los cuales me basé para afirmar que no podía realizar con un mínimo decoro la función que se le encomendaba, era porque todos ellos denotaban una estricta parcialidad que no permitían la mínima flexibilidad para contrastar ideas diferentes y mucho menos opuestas. Y el cargo para el cual se le proponía no era una secta de confrontación, sino precisamente la de moderador de posiciones políticas diferentes. No ha necesitado explotar ante una opinión diferente, sino que lo ha hecho para obviar un crimen execrable cometido hace mucho tiempo contra una persona que lo único que hizo fue tener un comportamiento socialmente más digno que el suyo. Una actitud que no necesitaba recurrir a la fuerza, sino transmitirla con el sosiego del cual él carece.
Estas situaciones se presentan porque la democracia, por su primordial significado, está obligada a admitir todas las opiniones posibles para poder dirimir el camino mayoritario preferente. Esto la hace la más tolerante entre todas ellas, pero también le da una rémora porque se ve obligada a la admisión generalizada, por lo cual no solamente pueden participar todas las opiniones, sino incluso las antidemocráticas. Es decir, las que incluso están proponiendo su liquidación, como las que sostienen Vox y personalmente Le Senne. No hay duda de que éste es el mayor inconveniente para la democracia. Porque no es lo mismo que se permitan las opiniones divergentes, sino que se admitan, como en el caso de que estamos hablando, asociaciones o personas que pretenden obstaculizar la democracia desde el poder. No es igual tolerar opiniones contrarias a la democracia, que permitir intervenir en puestos claves personajes como Le Senne que pretenden socavarla. Es entendible que la democracia, debido a su propia esencia, permita manifestaciones contrarias, pero es descabellado que un moderador utilice la fuerza para acallar posiciones que no comparte.
Evidentemente es muy difícil encontrar el punto hasta el cual unas opiniones contrarias puedan intervenir para encontrar nuevos caminos. Pero si esos caminos llevan a cambiar el sentido mismo de la democracia para llevarla a su contraria, ésta debería tener suficientes mecanismos para impedirlo (ningún equipo ficharía a un jugador que se dedicase a meter goles en su portería).
Tengo que pedir disculpas al lector, pero no tengo ni idea de cómo en la práctica se puede conseguir esa posibilidad. Lo único que puedo argumentar es que solamente por sus comentarios anteriores a su nombramiento ya me demostró que sería más proclive a enturbiar el sistema que a perfeccionarlo.
4 comentarios
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Som i seremSer demócrata es no ser Fascista ni ser Comunista. Tolerar lo intolerable no es tener tolerancia, la tolerancia no es una virtud, es una circunstancia. Tolerar implica no molestar a otro cuando se excede en su libertad y en sus acciones. Tolerar a veces es llamar al crimen a acciones mayores.
Bueno del cielo abajo cada uno dice lo que le sale del c........ajo No tengo claro lo que defiende Lesenne porque habla poco o nada. Pero me parece muy bien que en un pais donde un señor mató cientos de miles de personas muchas de ellas sin motivo simplemente por motivos personales o simplemente por estar donde no debian estar cuando llegaron unos u notros . Se prohiba que ahora lleguen unas "impresentables " y quieran blanquear la figura de la señora Picornell me parece fantastico. Hacer a Picornell como la representante de las victimas del franquismo me parece vergonzoso. Picornell era comunista, queria un estado como la Rusia postrevolucionaria en España apoyaba todo lo que hacian sus correligionarios aqui y alli. Con esto no estoy diciendo que este bien matarla además sin jucio y de una forma vejatoria y vergonzosa. Estoy diciendo que insulta a las victimas que fueron muertas sin haber hecho nada, poner como ejemlo a alguien que queria quitar todo lo que tienen a los otros, queria hacer una revolucion de muerte y hambre para darle el poder a un partido para oprimir al resto de la sociedad Por todo esto me parece muy bien que Lesenne hiciese lo que hizo Y si soy un ferviente antifascista y anticomunista convito y confeso y creo que tanto lo uno como lo otro deberia ser un delito defenderlo Viva la libertad viva la constitución muerte al fascismo y al comunismo
En resum, ser demòcrata implica ser antifeixista. Nomes s'ha de ser intolerant amb els que no toleren
La MODERACIÓN la debería exigir a las INTEGRANTES DE LA MESA igual que al Presidente del Parlamento. De lo ÚNICO que es culpable este señor es no haber ORDENADO LA EXPULSIÓN DE ESTAS SEÑORAS DE LA CÁMARA SIN LEVANTARSE DEL ASIENTO...