El Partido Popular y Vox tienen previsto derogar mañana en el Parlament la Llei de Memòria Democràtica, un texto que pretende dignificar a las víctimas de la represión durante la Guerra Civil y el franquismo. La argumentación de la extrema derecha -promotor de la iniciativa- es tan alocada como estúpida, lo peor es que una formación que se quiere atribuir los valores de la centralidad y la moderación la asuma como propia. En opinión de los dirigentes de Vox no se puede aceptar que ahora se juzguen los hechos del pasado, gilipollez catedralicia que les veta de condenar el holocauto judío a manos de Hitler o las atrocidades de Stalin, por no hablar de las salvajadas de los jemeres rojos. Debe ser que si la cosa va de Francisco Franco Bahamonde se ve con otros ojos. Supongo que la presidenta del Govern y del PP balear, Marga Prohens, debe pensar -y quizá acierta- que estos temas se olvidan pronto; pero no por ello dejan de ser graves. PP y Vox tendrán los votos, pero no la razón.
Una vergüenza democrática
Palma18/06/24 0:30
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2 comentarios
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Sin una buena base, el edificio se cae. Hablar sin tener una buena base, es errar.
Eliminar la ley de memoria histórica, a parte de ser una aberración, nos deja como un país tercer mundista frente al resto de Europa y del mundo.