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E l horizonte de la economía española mantiene un pulso positivo, según las previsiones para 2024. Esto se desprende de diversos análisis procedentes de servicios de estudios. A título de muestra, CaixaBank Research expone el repunte del consumo privado, la fortaleza del mercado laboral y la moderación de la inflación, junto a la revisión al alza de los cálculos sobre PIB, como elementos explicativos de la perspectiva macroeconómica española: las nuevas estimaciones plantean un escenario positivo para la economía, con la demanda interna como primordial motor (véase Informe Mensual, 487, marzo de 2024; y 488, abril de 2024). En líneas similares, tenemos los informes de FUNCAS (Previsiones económicas para España, 2024-2025, abril de 2024 (https://www.funcas.es/wp-content/uploads/2024/04/Previsiones-economicas-para-Espana-2024-2025-abril-2024.pdf); o del BBVA (Previsiones económicas, marzo de 2024 (https://www.bbva.com/es/economia-y-finanzas/economia/macroeconomia/previsiones-economicas/).

Por su parte, la AIReF señala que la economía española crecerá entorno al 2 % en 2024 y que el déficit público se reducirá hasta el 3 % sobre PIB (véase https://www.airef.es/es/noticias/la-airef-preve-que-la-economia-crecera-un-2-en-2024-y-el-deficit-bajara-al-3-del-pib/). Esto sintoniza con las revisiones del Banco de España, cuyo servicio de estudios llega a conclusiones parecidas (Informe trimestral y proyecciones macroeconómicas de la economía española. Marzo de 2024). El consenso, por tanto, es evidente. Este avance de la economía española, que contrasta con la atonía de las economías europeas del norte (con recesión técnica ya en Alemania), ha pasado poco percibido por el enorme ruido que se genera en el país, con voces y posturas que desvían el tema. El dato es elocuente: ni el ministro de Economía, ni la ministra de Trabajo están recibiendo preguntas por parte de los partidos de la oposición. Saben que, ahí, tienen poco que pescar por una sencilla razón: las cifras son incontestables, avaladas por organismos públicos y privados, que indican el crecimiento económico de España en una coyuntura particularmente difícil.

Pero, además, la AIReF ha publicado también datos por comunidades autónomas, con una cifra importante para Balears: un crecimiento del 0,6 % en el primer trimestre (la media nacional, 0,7 %), y una dimensión interanual que acerca el PIB balear al 3 % en 2024. La cifra es relevante, y denota el dinamismo económico balear, y remite al tema de la productividad, con resultados a partir de las variables de la Contabilidad Regional del INE, siguiendo el criterio SEC (es decir, la metodología europea, y sin cocina econométrica). Según esto, la productividad por hora de 2022 sobre 2021 creció en Balears un 3,18 % (1,9 % media nacional); y por ocupado un 6,6 % (media: 3,1 %). En rigor, debe ampliarse el horizonte temporal, y aquí la posibilidad de oscilaciones puede ser destacable; pero no resulta convincente, a la espera de investigaciones precisas, pensar que la productividad de los baleares es siempre baja. Dependerá de la coyuntura y de la evolución general de la economía.