TW
1

Nació hace 40 años en Wonsan e intuimos, por como luce ahora, que no era un bebé para comérselo. Kim Jong-Un, amado líder de Corea del Norte, es el nieto del fundador de ese país, uno de los más pobres del mundo pero dotado de armas nucleares, lo que le convierte en uno de los más prósperos, militarmente hablando. Su padre Kim Jong-Il también dirigió el régimen con puño de hierro y cuando languidecía diseñó la transición. El pequeño hombre cohete no era el favorito, quizás porque era demasiado refinado. Había estudiado en Berna, en los mejores internados suizos, y hablaba inglés, alemán y francés con soltura. Para que no supieran quién era tenía un pseudónimo, que seguro que era igual de difícil de pronunciar que su nombre real. Uno de sus rivales era su hermanastro, que cayó en desgracia cuando viajó a Disneyland de Japón con un pasaporte falso. Luego, cosas que pasan, fue envenenado en el aeropuerto de Kuala Lumpur. El otro favorito en la línea de sucesión era demasiado afeminado, así que también lo quitaron de en medio. Y eso que tampoco Kim Jong-Un es un rudo vaquero de Arkansas. Tras llegar al poder, el amado líder ha purgado a sus oficiales. En concreto, 140 altos mandos han sido convertidos en sushi. La más sonada fue la ejecución pública de su ministro de Defensa, al que le colocaron un cañón antiaéreo en la cabeza. Cuentan que los restos llegaron a Pekín. Casado y con tres hijos, al camarada Kim no hay Dios que le lleve la contraria. Y desde aquí tampoco lo haremos, no sea cosa que un misil balístico de Corea del Norte se desvíe al Paseo Mallorca. Por error, por supuesto.