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Armengol se siente víctima de una cacería. Está claro que dos semanas de informaciones sobre una trama corrupta relacionada con su partido desgastan a cualquiera, y especialmente a aquellos políticos poco acostumbrados a las críticas, como ocurre con Armengol. Madrid no es Palma, obviamente. Es lógico que la expresidenta balear se sienta indefensa ante toda la investigación sobre la compra de las mascarillas a la trama supuestamente corrupta encabezada por el socialista Koldo García. Estoy de acuerdo con Armengol en que la política en positivo, la que resuelve los problemas de la gente, debería estar por encima del fango en el que habitualmente se mueve la política. Lo que ocurre es que esta postura sobre la política en positiva y en contra de las cacerías solo la defiende Armengol, y sus principales colaboradores, cuando ellos son las víctimas, como ocurre ahora mismo. La expresidenta balear quizás no recuerde a las centenares de personas que han sido detenidas en Balears durante años, que han aparecido en informativos de TV nacionales, en muchos casos esposados, para acabar siendo declarados inocentes o incluso sin necesidad de ser juzgados. Conozco una docena de políticos que han visto frustrada su carrera política. Y no políticos que han perdido sus empleos. La mayoría de estos casos impulsados por el PSOE, por cierto, los que ahora se muestran tan sensibles por la cacería contra Koldo y sus amigos socialistas. Y sobre cacerías, recordemos la que ha vivido recientemente el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, por adjudicar un contrato de emergencia por 250.000 euros. Negueruela podría explicar las llamadas que hizo a los medios para desgastar la imagen de Marí e intentar ganar las elecciones en Ibiza, algo que no ocurrió ni de lejos. Y si seguimos hablando de cacerías, recordemos la odisea vivida por muchos policías locales de Palma declarados inocentes y acusados falsamente por el exalcalde Hila y su equipo, también socialista, sin que ni siquiera hayan pedido disculpas a sus víctimas. Está claro que en política no todo vale, y cacerías nunca tendría que haber habido, pero el pago de 3,7 millones del dinero de los ciudadanos de Balears a una trama de caraduras socialistas bien vale una investigación, por mucho que Armengol y Negueruela no estén acostumbrados a ello ni se lo hubiesen imaginado nunca.