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Cuando una expresión se pone de moda corre el riesgo de terminar saturando y eso es lo que está sucediendo con la ‘fachosfera’. Desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sanchéz, popularizase este término (fue acuñada hace ya varios años en Francia para hablar de la proliferación de mensajes ultraderechistas a través de las redes sociales) se ha convertido en algo habitual crear expresiones similares. Sin ir más lejos, este pasado martes, la socialista Pilar Costa habló en el Parlament de ‘Voxesfera’ y ‘tránsfuga-esfera’ para referirse a la lucha fratricida que están manteniendo los de Santiago Abascal en Balears y las consecuencias que ésta pueda tener en el Govern de Marga Prohens. Pero Costa no es la única que ha recurrido a esta expresión de moda. En las tertulias de los diferentes medios de comunicación es habitual oír hablar de ‘Sanchesfera’, ‘trastosfera’...Yo, sinceramente, estoy en la ‘hortosfera’ de tanta demagogia y de tanta banalización de la política.

En mi opinión, el presidente del Gobierno se equivoca en meter en la ‘fachosfera’ a todas las personas que critican sus decisiones. La libertad de expresión es un derecho recogido en la Constitución. Estoy totalmente en contra de las críticas que se hacen faltando al respeto, pero creo que los ciudadanos -también los periodistas- tenemos derecho a dar nuestra opinión, moleste a quien moleste. El hecho de querer calificar de fachas a todos aquellos que se atreven a cuestionar la gestión del presidente me parece un error. Algunos incluso incluyen en la ‘fachosfera’ a socialistas como Felipe González o Emiliano García Page. En estos casos, es muy conveniente tener memoria y poner en valor los logros que han conseguido; así como recordar que quien ha cambiado de opinión, en cuestiones como la amnistía, es Pedro Sánchez. No entro a considerar si la rectificación es acertada, eso lo dejo para otro artículo.