TW
1

Un beso en la boca después de un éxito deportivo histórico está circulando desde España a todo el mundo y está en tren de avanzar al ‘beso del siglo’.
Los protagonistas del espectáculo: la capitana del equipo nacional de fútbol y su ‘jefe’, presidente de la RFEF. Son dos futbolistas y deportistas llenos de alegría en un momento de un éxito fenomenal para todo un país.

Casi cada día y cada hora el tema está presente en la televisión y en los periódicos. A la política el tema le ha venido caído del cielo, especialmente en partidos donde manda el sexo femenino y cada una o cada uno está buscando una interpretación a su propia ventaja. ¡El deporte como utillaje para la política, polémica incluida! Parece que es una estrategia para apartar la atención de otras problemas.
La pregunta es, ¿dónde está el límite entre una emoción y entusiasmo en este momento y una agresión planificada y también premeditada por no hablar de un abuso sexual y quién puede administrar justicia en este caso? Donde está la diferencia en el detalle solo lo saben los dos protagonistas.

El hecho es que un hombre con una función superior ha desbordado la etiqueta y una regla social y lo ha hecho en público. Sin duda es mal educado y en esta situación intolerable. Es condenable y destruye la buena cultura del beso pero no es un delito. Seguro que es un desaguisado grave de parte de un superior y reclama una censura de todos pero no la caza a una persona.

La población mediterránea tiene un temperamento más cálido y más espontáneo que los nórdicos y sobre todo en España, donde los abrazos y besos forman parte de una cultura amistosa. Por eso un escape del protocolo en un momento de euforia puede ser perdonado una vez pero sin privilegio para las ocasiones siguientes.

Las protestas de las mujeres contra una institución machista y violenta son necesarias y justificadas. Pero no se puede pujar todo al extremo porque al final necesitamos controlar cada movimiento de nuestras manos porque en caso de duda son más peligrosas que los labios.

¿A dónde llegamos cuando cada error es un instrumento para la política y está partiendo la sociedad mientras el mundo está en llamas?

Más que nunca las mujeres personifican el sexo fuerte y por eso no tienen necesidad de una campaña excesiva.